Unción de los Enfermos

Unción de los Enfermos

Si el enfermo está en un hospital, por favor pregunte por el Capellán del Hospital Católico. Es un sacerdote en el lugar que puede administrar el Sacramento.

Para recibir las oraciones especiales y la Unción, llame a la Oficina Parroquial al 619-233-3838.

Haga clic para llamar a la Oficina Parroquial

Proporcione a la recepcionista información como:

• Nombre y edad de la persona enferma o moribunda

• Breve descripción de la enfermedad o condición de la persona

• Dirección y número de teléfono

• ¿La persona desea recibir la Sagrada Comunión?

• ¿Es la persona un feligrés?


La información se le pasará al sacerdote de turno que lo visitará. Tenga la seguridad de nuestras oraciones durante este tiempo.

La Unción de los Enfermos se da cuando alguien es:


• Luchando con enfermedades graves o crónicas

• Preparación para la cirugía y, cuando durante el curso de la recuperación, la condición empeora

• Hacer frente a la enfermedad emocional

• Cerca del final de la vida

Todos enfrentaremos inevitablemente una cantidad de sufrimiento y aflicción, pero nuestra fe en la gracia de Dios puede sostenernos. El Sacramento de la Unción de los Enfermos se da con la esperanza,

que si es la voluntad de Dios, la persona será sanada físicamente de la enfermedad.


Las palabras y acciones de Jesús son el fundamento del Sacramento de la Unción de los Enfermos. Sanó a muchos, y fue esencial para su misión entre los discípulos: “Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos. . . Untaron con aceite a los muchos que estaban enfermos y los curaron”. (Marcos 6:7-13)

Cuando no ocurre la sanación física, si se recibe con fe, el efecto principal del Sacramento es la sanación espiritual, un recordatorio de que Dios desea dar consuelo a los que sufren. El enfermo recibe del Espíritu Santo el don de la paz y la valentía para afrontar las dificultades y las angustias que acompañan a las enfermedades graves. Cuando se administra durante una enfermedad terminal, se dan "Los últimos ritos". A través de la Unción, la persona enferma recibe curación espiritual y consuelo; por la Confesión el perdón de los pecados; ya través de la Sagrada Comunión la preparación final para una nueva vida en el cielo.

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